Es posible Que haya soñado el otro día contigo Un rostro familiar Unos ojos con fuerza de gravedad Arrastrando mi mirada
Tu que pescas ¿De verdad quieres saber que piensan las sirenas? Esfera Huevo de nereida
Te llamo Y te escribo Porque t’estimo T’estimo
Otro día llega Sol, buenos días, sol Encender, energía, cápsula Volteo a ver
Te llamo Y te escribo Porque t’estimo T’estimo
Volví a Japón, pero esta vez, no fue para ser una turista; fue para reencontrarme con una amistad que se ha convertido en una extensión de mi, en propia familia. La conozco desde 2015, cuando ambas éramos extranjeras en una tierra lejana. Desde aquel primer encuentro en una casa compartida producto de una confusión por su color de cabello, hasta nuestras pláticas más profundas, hemos compartido más que risas y lágrimas; compartimos una conexión inexplicable.
Si no tienes sueño… ¡pues invéntalo!
Honrada portadora del poder de inventar.
Ambiciosa por poder soñar, grande siempre más grande.
Desafiante por poder mezclar ambos.
Estoy confundida, no puedo entender nada Minutos que son espejismos; distancias vueltas abismos,
Gastarte, quiero gastarte El fantasma de tus caricias, tu enigmática mirada, Gastarte, quiero gastarte
Consumirte, como fuego, Consumirte, como agua
Minutos que son espejismos; distancias vueltas abismos….
Ignoras que siente mi alma,
Y, la verdad, no tienes por qué saber. Guardo en mi ser un enigma,
Invisible, nadie lo puede ver.
Es un don que tú me has otorgado,
Un presente, tal vez, inmerecido.
Pero ahí estabas, a mi lado,
Y tu sonrisa fue todo lo que he sentido.
No me sueltas, ah, no me sueltas jamás,
No me sueltas, ah, no me sueltas jamás.
Si me convierto en llamas,
El mundo está dormido y no lo sabe Porque has amado has conocido la desesperación Éstas manos todavía tienen fuerzas para atraparlo Aunque lo pierdas, aunque lo pierdas
Jura sobre esas lágrimas Que te aferrarás a un milagro Volando sobre el debris En una curva ascendente
Busca en el palpitar de tu corazón Hasta que regreses a la vida ¿Llegarás a tiempo? Estaría bien que llegaras a tiempo
¿Por qué mantienes alejado al “yo” en el que te deseas convertir?
Hoy fui a un templo shintoista.
Un espacio que siempre ha ejercido sobre mí una fascinación inexplicable. experimenté una inexplicable sensación de estar protegida, pero a la vez observada. En lo personal siento que estoy conviviendo con muchas cosas al mismo tiempo, visibles y no tanto.
He hecho todo en la lista: limpieza, ofrenda (con LA moneda), rezo, conseguí amuletos y por último la lotería de la suerte (indecisa de como traducir esto).
Envuelta toda entre el negro de la noche, el naranja de las farolas y el rojo chillón del anuncio del motel frente al que ahora vivo, me quedé parada a media noche.
El bar N tenía clientela, ruidosa y chocante. ¿Quiénes son esas personas?
Sin nombre, sin rostro, sin personalidad, borrones humanoides bajo luces que dibujan sombras duras en rostros quizás también duros.
“No se quienes son estas personas, definitivamente no lo sé, no tengo manera de saberlo, ni siquiera hemos cruzado palabra…”
No puedo recordar cuando fue la última vez que dije tu nombre, o la última vez que te vi.
Migue, ahora se que lo que siento es soledad.