En una insospechada noche de luna nueva, en el corazón del barrio de la Dreta del Eixample de Barcelona, nació Catsun de un misterioso huevo oscuro. Visualízalo: una amalgama encantadora entre la dulzura de un bebé humano y la gracia nocturna de un murciélago.

Esta pequeña criatura nocturna tiene unos hábitos alimenticios muy modernos. Catsun se alimenta principalmente de bolsas de Ketchup que se encuentra tiradas por la calle o que dejan descuidados turistas en grandes cadenas de hamburguesas en sus mesas.

Pero la vida de Catsun realmente cobra vida cuando cae la noche. Escapando por la ventana de su habitación en uno de los múltiples armarios, se aventura por las calles y callejones de la Barcelona nocturna. ¿Su destino favorito? Las torres de las iglesias, donde con la ayuda de sus alas, examina brevemente el condimento antes de clavar sus dos pequeños colmillos y succionar el contenido de la bolsita.Aveces uno puede saber que Catsun ha pasado por ahí por la aparición de un cúmulo de bolsas de condimento vacías con dos pequeñas perforaciones.

A pesar de su escurridiza naturaleza nocturna y sus peculiares hábitos alimenticios, Catsun es una criatura atenta con su cuidador. A menudo, le obsequia cosas que consideraba valiosas, como patatas con mucha ketchup o un nugget con salsa roja. Estos regalos son su manera de demostrar su aprecio y afecto hacia aquel que lo cuida.

Con mucha suerte, y tal vez mucha fe, un día encuentre en el nido que tiene Catsun en casa, ahí donde deja los regalitos, una preciosa gema roja que no sea de Ketchup…

¡Quién sabe cuáles son los beneficios añadidos de cuidar a Catsun!, lo seguro es que es una fuente de cosas buenas (y deliciosas) para su cuidador.