He estado durmiendo mucho últimamente. No sé si es por los antidepresivos que empecé a tomar, o si hay una razón más oscura detrás de mi somnolencia sobre la cual evito ahondar. Me despierto constantemente en la muda madrugada y siento que algo se arranca de mí. Es como si estuviera perdiendo una parte de mí misma, una fibra que me conecta con mi hogar, con mi esencia.

Cada vez se siente como una lucha, como si mi cuerpo y mi mente se resistieran a dejar ir el sueño. Como una flor que pelea por mantener sus raíces en la tierra, siento cómo algo se desprenden de mí con cada despertar. Son hilos invisibles pero tangibles, que se rompen y se alejan de una fuente que ya no puedo alcanzar.

Cuando finalmente abro los ojos, me siento como si hubiera sido transportada a otra dimensión. Todo a mi alrededor es diferente: la atmósfera, la gravedad, la luz. Es como si hubiera sido arrojada a un universo paralelo, donde las reglas son distintas y todo es un poco más difícil de entender.