La_sangre
Y la sangre, y el aire, se arremolinan.
Estallan como diminutos globos, revientan como majestuosas olas de agua salada en mi nariz roja. Mi nariz que sangra.
De mí brotan miles de dagas, apuñalan suavemente hasta el fondo del aire en una exhalación fugaz.
Mi mente persigue tu figura, acelerante. Te veo correr desde todas las direcciones, en todas las dimensiones que percibo y me describo como si viniera desde una nube de gas que no roba la respiración.
Y la sangre se arremolina, pensando en ti, viendo tu figura, sintiendo la dulzura de tus ojos viéndome.
La sangre se arremolina en el pecho, las orejas, en lo que extraña vibrar en tu sintonía.
Se arremolina la sangre. La marea de lo que soy: roja, en tinta sobre verde. Dos manchas que se acoplan. Ambas son agua. Y mugre. Y sal.